miércoles, 12 de marzo de 2008

Ney Bensadon: LA MASCULINIZACION DEL FEMINISMO

Resumen de la Conferencia dictada el 7 de marzo de 2008 en Sant Pere de Ribes por el Dr. Ney BENSADON, jurista internacional, escritor y conferenciante. La desaparición de los mitos sobre la debilidad de la mujer y la preeminencia del hombre representaban unos tabúes sociales persistentes hasta mediados del siglo XX. El nacimiento del feminismo coincide con el progreso de las artes y de las ciencias desde el siglo pasado. La liberación de la mujer no es ni de derechas ni de izquierdas que se impone a todos los partidos democráticos. Desafortunadamente no existe ningún movimiento feminista universal que intente una equiparación a escala mundial de la mujer con el hombre. Los derechos y obligaciones de la mujer difieren según viva en Occidente gobernado por regímenes democráticos y laicos o en Oriente que vive bajo las leyes coránicas o en Asia donde se honran las tradiciones familiares. En China y en India, las mujeres embarazadas que esperan una niña se hacen abortar cuando lo pueden originando un déficit de mujeres. Los turistas occidentales viajan a países como Tailandia para satisfacer sus fantasmas sexuales alquilando mujeres que están en manos de unos gandules proxenetas. La diputada holandesa Ayaan Iris Ali pregona que “los principios democráticos son más preciosos que los del Islam”. Lo que es verdad en Europa de tradición judeocristiana no lo es en países islámicos donde la condición de la mujer es más próxima a la esclavitud que a la libertad. Cuando se nacionalizo el petróleo y se libero su precio, los consumidores occidentales aceptaron por razones especulativas el aumento de su precio sin poner trabas al régimen tutelar en que vivía la mujer árabe. Toda una franja de la población femenina mundial vive bajo el yugo del hombre. La conservación del estatuto mermado de la mujer oriental es una abdicación de derechos equipolentes a una verdadera complicidad. Un libro tan importante para la evolución del feminismo como “Le Deuxième Sexe” de Simone de Beauvoir publicado en 1949 sigue prohibido en países como Irán o Arabia Saudita. Varias veces se levantan ciertas voces que vienen de Oriente lamentándose del feminismo y de sus métodos. La socióloga hindú Chandra Talpade Mohanty, profesora en las Universidades de New-Delhi en India y de Syracuse cerca de Nueva York, en su libro “Third World and the Politics of Feminisms” (1986) explica la autora que no se pueden aplicar en los países del tercer mundo los fundamentos del feminismo occidental. Dice que”Pensar de otra forma seria aplicar una política colonialista”. En la época del colonialismo, nunca ha habido militares mujeres o juezas. En 1999, en el estado indio de Andra-Pradesh se ofreció una chiquilla de tres anos a la diosa Kali para combatir la sequía y la hambruna. En África negra, piensan que violar a una adolescente cura del sida. La escritora inmigrante canadiense Irshad Manji, originaria de Ouganda de donde fue expulsada con su familia, se planta como defensora de la mujer occidental en su libro “The trouble with Islam”. Ignorante del Corán se planta como defensora de la mujer occidental. En el siglo XVI, Catherine Parr juro lealtad a Enrique VIII prometiendo “obediencia en la mesa y en la cama”. En esos tiempos, se discutía en ciertos círculos religiosos para saber si la mujer “tenia un alma”. Actualmente, en los países de África Negra, se practica sobre las niñas la escisión, que traducen al inglés en “female circumcision”. Comadronas o hechiceros proceden a la ablación del clítoris y, a veces, de los labios de la vagina con cuchillas, sin ninguna higiene. Asimilan el prepucio masculino con el clítoris femenino. La ONU ha creado comisiones internacionales para abolir esas mutilaciones pero sin resultado. Esos pueblos alegan heredar la tradición de la circuncisión bíblica, heredada del tiempo de los faraones. En su libro, “Niños del Desierto”, la modelo somalí Warin Dirie describe los viajes relámpagos que hacen a sus países de origen los padres con las niñas nacidas en Occidente, con el objeto de practicarles la escisión del clítoris. Nadie ha protestado vigorosamente contra la clasificación de las mujeres en diábolos, cilindros y campanas. A principios del siglo XX, las sufragistas luchaban por el derecho al voto que era gratuito. La liberación de la mujer no ha permitido aunar un segundo Renacimiento, que se podía suponer paralelamente a los logros del feminismo. Aunque la justicia tenga plenos poderes para luchar contra la violencia de género, siguen las muertes y los dramas de la ruptura en la sociedad moderna. Las novias de los pandilleros de Colombia hicieron en septiembre del 2006 la huelga de “las piernas cruzadas” para conseguir que sus hombres cesen de matarse. Se podrían tomar disposiciones originales para combatir la violencia de género: 1 Juzgar los maltratadores por juezas 2 Ordenes de alejamiento a las mujeres que debieran vivir en lugares secretos desconocidos por el maltratador. 3 Exponer la foto del malvado en todas las calles donde vive. El 25 de noviembre ha sido consagrado por la ONU como el “día internacional para la eliminación de las violencias contra las mujeres”. En Hungría, no se hace justicia contra los violadores de las mujeres en el hogar. En Estados Unidos, el racismo misógino es màs fuerte que el racismo anti-negro lo que se manifiesta en las dificultades de Hillary Clinton con Barak Obama. En los anos 1920, en la época del charleston, la mujer copiaba la moda masculina con el pelo gominado, el cigarrillo con una boquilla, y los pantalones como vestimenta callejera. La divina Greta Garbo y, luego, Marlene Dietrich en 1936 fueron las primeras famosas en lucirse con pantalones. En el siglo II antes de nuestra era, el orador romano Marco Porcio Catón afirmaba:”no reconozcáis sus derechos a las mujeres porque en seguida que sean vuestros iguales, os serán superiores.” El hecho de tener las mismas ambiciones y los mismos objetivos que los hombres es el más grave error del feminismo. La táctica futura del feminismo ha de ser mundialista y no regionalista. El giro social revolucionario feminista contra el imperialismo masculino se prolonga por el mismo imperialismo masculino. El 70% de las universitarias alemanas no desean tener hijos ni fundar familias para guardar su independencia como los hombres. Como diria Hamlet “Hay algo que no va en reino de Dinamarca”. En la época del Concilio de Trento en el siglo XVI la procreación era la única justificación de la sexualidad. La feminidad moderna tiene dos asignaturas pendientes, el aborto y la maternidad, problemas social, filosófico, económico y demográfico. En pleno Renacimiento, Sir Thomas More, amigo de Erasmo, recomendaba una educación amplia y profunda a las niñas, como a los niños. Fue largo y difícil despojarse del peso del antifeminismo de la Edad Media. Esperamos el Segundo Renacimiento para el progreso de la Humanidad que reconciliará al hombre que viene de Marte, con la mujer que viene de Venus.

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