ANGEL GONZALEZ: OTRO TIEMPO VENDRA
Otro tiempo vendrá distinto a éste.
Y alguien dirá:
“Hablaste mal. Debiste
haber contado otras historias:
violines estirándose indolentes
en una noche densa de perfumes,
bellas palabras calificativas
para expresar amor ilimitado,
amor al fin, sobre las cosas todas"
Pero hoy,
cuando es la luz del alba
como la espuma sucia
de un día anticipadamente inútil,
estoy aquí, insomne, fatigado, velando
mis armas derrotadas
y canto todo lo que perdí: por lo que muero.
Murió el 11 de enero a los 82 años entre el frío y la bruma de su Oviedo natal, donde fue a pasar las fiestas junto a su esposa Susana Rivera, sabiendo o intuyendo que esas serían las últimas. Era una forma de despedirse de esa tierra que tuvo siempre presente en su corazón. Un paro respiratorio se llevó a un poeta que perteneció a la generación de los cincuenta, en donde se agrupaban nombres tan significativos como Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Antonio Gamoneda, Carlos Barral y José Angel Valente, con quienes compartía ideología libertaria, largas tertulias, amenizadas con alcohol y tabaco.
Angel González nombrado Recientemente Doctor Honoris Causa por la Universidad de Oviedo fue un poeta de su tiempo pero a la vez, resultaba extremadamente contemporáneo, ejerció de profesor en Universidades norteamericanas aunque jamás abandonó su modo poético de expresión. Pesimista por naturaleza transmitía, sin embargo, un mensaje vivificador en toda su obra y que se refleja en “Palabra sobre palabra” la edición que recoge su obra completa.
Su poesía, que ha sido referente para varias generaciones, manifestaba parte de esa angustiosa soledad que le acompañó desde niño en su Asturias natal, donde murió su padre cuando él contaba dieciocho meses y pudo descubrir la sanguinaria represión franquista con los vencidos que vivió a través de su propia familia. Angel González, que en 1985 le concedieron el premio Príncipe de Asturias y posteriormente, ya en 1996 fue elegido miembro de la Real Academia de la Lengua Española, escribía de forma intimista con un particular toque irónico, incidiendo en los temas tan queridos para el como son: el paso del tiempo, el amor y el civismo.
Amigo de sus amigos, este poeta de voz transparente, llegó a colaborar con Pedro Guerra en “La palabra en el aire” y para el tenor Joaquín Pixan compuso “Voz que soledad sonando”, se fue como había vivido, rodeado de amigos como Almudena Grandes, Joaquín Sabina, Luís García Montero, Benjamín Prado, Juan Cruz y Caballero Bonald, y escondiendo la punta del cigarrillo de los ojos preocupados y amorosos de su esposa y enfermera.
Gumer Fuentes
2 comentarios:
El País" con el título genérico de "Poemas de melancolía y despedida" ha publicado tres poemas del que os adjunto uno
NO HAY PRISA
Deja que pasen estos días,
deja que pasen estos años, y entretanto
agradece el regalo de la luz
del cielo de diciembre,
tan discreta
que es casi sólo transparencia,
no ofende y es muy bella.
Deja que pasen estos años,
son pocos ya,
sé paciente y espera
con la seguridad de que con ellos
habrá pasado
definitivamente todo.
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